Día a día generamos una ingente cantidad de residuos; consumimos vorazmente los recursos naturales y estamos dejando a nuestros hijos un mundo mil veces peor que aquel que nosotros recibimos de nuestros padres y abuelos. Sin lugar a dudas, somos la generación que ha devastado el planeta Tierra.
La construcción de inmuebles es uno de los grandes contribuyentes a esta acción depredadora con nuestro entorno.
Por un lado, en el propio proceso constructivo se emplean multitud de elementos (arenas, áridos de todo tipo, agua, hierro etc) Todos ellos son recursos naturales que se emplean extrayéndolos del entorno (muchas veces, al precio que sea) para jamás volver a ser lo mismo.
Por otro lado, hasta que se finaliza la construcción se generan una ingente cantidad de residuos sólidos y líquidos (escombros, aguas sucias, humos y contaminación etc.)
La construcción a base de contenedores marítimos rompe con todo ello, reduciendo a la mínima expresión la huella medioambiental. Y ello es así porque con este sistema reutilizamos contenedores marítimos (que ya sirvieron a una finalidad pero que, por motivos de rentabilidad económica, las navieras deciden desechar). Este sistema constructivo proporciona “una nueva vida” a esos contenedores evitando, no solo que el contenedor en sí mismo se convierta en residuo, sino la generación de más contaminación y el consumo de más recursos naturales.
No tenemos derecho a maltratar el planeta como lo estamos haciendo. Y tú, ¿tienes conciencia medioambiental?